domingo, 30 de mayo de 2010

Puente de los Suspiros

Título: Puente de los suspiros
Autor: Isabel "Chabuca" Granda
Género: Vals Peruano

Puentecito escondido,
entre follajes y entre añoranzas,
puentecito tendido,
sobre la herida de una quebrada.

Retoñan pensamientos tus maderos,
se aferra el corazón a tus balaustres.

Puentecito dormido
y entre el murmullo de la querencia,
abrazado a recuerdos,
barrancos y escalinatas.

Puente de los Suspiros,
quiero que guardes,
en tu grato silencio,
mi confidencia.

Es mi puente un poeta que me espera,
con su quieta madera, cada tarde,
y suspira y suspiro,
me recibe y lo dejo,
solo sobre su herida, su quebrada,
y las viejas consejas van contando,
de la injusta distancia de la amante,
sus arrestos vencidos,
vencidos por los ficus,
de enterradas raíces, en su amada.

Qué somos amantes

Título: Qué somos Amantes
Autor: José Escajadillo
Género: Vals Peruano

El lugar de siempre
la misma penumbra
los mismos bohemios
la misma florista
vendiendo sus rosas y
claveles blancos
a la medianoche

Tantos años juntos
huyendo de todos
de los moralistas
de los puritanos
los que no comprenden
los que no perdonan
que somos amantes

Que somos amantes
que lo damos todo
a la luz del alba
en un hasta pronto

Que somos amantes
sin otro destino
que el mañana incierto
de nuestro camino

Que somos amantes
los que ha escondidas
en una caricia
se entregan la vida
que somos amantes
y que en carne y alma
tan sólo pedimos
un fin de semana.


Sincera Confesión

Título: Sincera confesión
Autor: Erasmo Díaz Yuiján
Género: Vals Peruano

Amar sin pedir nada a la vida,
resanando mil heridas,
así yo te quiero a ti.
Con fe en la luz de tu mirada,
en tu voz y en tus palabras
se ha formado mi querer.

Tal vez no he llegado a comprenderte
y en mi afán por adorarte,
me olvidé de la ilusión.
Perdón, si he escondido una caricia,
una frase, una sonrisa,
a tu ansioso corazón.

Quiero, vida, que comprendas
que nuestro cariño
es tan puro como el alma
de inocente niño;
que yo soy sólo de ti,
que tú eres para mí
la vida, la luz y el amor.



Qué importa.

Título: QUE IMPORTA
Autor: Juan Mosto
Género: Vals Peruano

Un fracaso más que importa
si en la vida nunca fui feliz
una pena más
es una gota de agua en el océano para mi
un fracaso más que importa

Que importa si todo en mi vida
solo fue tristeza 
Perdi tu cariño nada me interesa,
un fracaso más que importa

Un fracaso más que importa!

La noche de tu ausencia

Título: LA NOCHE DE TU AUSENCIA
Autor: Mario Cavagnaro
Género: Vals Peruano

Fría es la noche de tu ausencia,
no hay calor sin tu presencia
y hoy te extraño mucho más.
Mientras mi cigarro
se consume en humo azul
y muere mi nombre
porque lo callaste tú.
¿Dónde fuiste a dar?
¿Qué es lo que hiciste de mi amor?
Crucificaste, con todo tu olvido, mi dolor.

Y sin una palabra,
sin una despedida,
dejaste mi camino
para seguir tu vida.

Y de la noche triste
en que te fuiste,
no recuerdo en mi amargura,
si la lluvia o mi llanto,
me nublaron tu figura.
Sólo sé que te marchaste
y desde entonces es invierno.

Y el recuerdo es un calvario
y en la cruz de tu partida,
va muriéndose mi vida
sin tu amor.


Hilda

Título: HILDA
Autor: Alberto Haro
Género: Vals Peruano

Al pasar mi vida por caminos de tristeza,
este corazón no pudo más;
fuí aquel que ayer grabó una historia por amor,
hoy solo me queda recordar.
Pero al comprender que mi vida ya cambió,
fuiste Hilda tú mi tentación,
fuiste Hilda tú la que dejaste en mi ser,
honda desesperación.

Con sinceridad, vibra esta canción,
llena de rencor, de angustia mortal;
ya no pienses más en el que te amó.
He correspondido a tu maldad,
ya que sin tu amor, solo viviré
por culpa de tu traición;
ya que sin tu amor, solo viviré
por culpa de tu traición.


Hermelinda

Vals: HERMELINDA
Autor del Vals: Alberto Condemarín

Escucha, amada mía, la voz de los cantares
que brotan de mi lira cual desolado son.
Malévola es tu ausencia temiendo mil azares,
enferma tengo el alma y herido el corazón.

Ya para mí las aves no cantan sus amores
ni vierte su perfume la aurora matinal.
Ni el tímido arroyuelo que bulle entre las flores
tu rostro peregrino refleja en su cristal.

Qué triste, amada mía, los días amanecen,
qué lentas son las horas que estoy lejos de tí.
Para calmar la duda que tormentosa crece,
acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.
Para calmar la duda que tormentosa crece,
acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.

Seré tu fiel amante que solitario llora
al recordar las horas de dicha y de placer;
bañando con mis lágrimas tu frente encantadora,
tus ojos dos luceros fijados hacia mí.
Bañando con mis lágrimas tu frente encantadora,
tus ojos dos luceros fijados hacia mí.